Pedagogía
Nuestra manera
de proceder
Los medios utilizados son simples y rigurosos. Se propone un marco con creatividad y flexibilidad. Cada ejercicio tiene tres partes: oración-reflexión personal, compartir en pequeños grupos y plenario. Estos tres tiempos están fuertemente articulados y forman un todo.
Creando un círculo
El círculo da a todos un lugar igual. El Espíritu Santo habla a través de cada uno.
Una pluma reglamenta quien tiene la palabra. Esta forma de hacer las cosas viene de los «círculos de conversación» amerindios.
Escuchando juntos la Palabra de Dios
En el centro del círculo, la Biblia está abierta. Alguien nos reúne y nos invita a escucharlo.
Escuchar juntos la Palabra ilumina nuestras vidas y nos transforma profundamente. Es Dios mismo quien actúa con fuerza y ternura.

La hoja de oración
La hoja de oración sirve como guía para la oración personal, el compartir en pequeños grupos y el plenario.
Incluye: un texto breve, una imagen, una petición de gracia, pistas y un diálogo con el Señor.
Oración y/o reflexión personal
El tiempo de compartir en pequeños grupos es precedido por un tiempo personal de interiorización silenciosa.
Este tiempo de interiorización está guiado por la «hoja de oración» o, con los jóvenes, precedido por una actividad lúdica que da que pensar.
En pequeños grupos y en el plenario
El intercambio en grupos grandes se prepara mediante intercambios en grupos pequeños.
Lo que caracteriza el espíritu de esta etapa se llama «conversación espiritual». Se trata de escuchar la acción de Dios en el otro y en el grupo.
En cada pequeño grupo hay un «guardián de la hora». Los pequeños grupos se forman reuniendo a las personas más diferentes.
Los pequeños grupos se reúnen en el plenario para dar un paso más, para crecer, para encontrar una dirección común, para responder juntos a la llamada de Dios.
Conversación espiritual
Está arraigada en la fe, es humilde, abierta, cada uno da y recibe, habla desde el corazón.
Escuchar juntos al Espíritu se mueve del «yo» al «nosotros» y nos permite encontrar la voluntad de Dios para el grupo.
Diferenciando tres rondas de compartir
En el pequeño grupo, se realizan tres rondas de intercambio. El primero, para escuchar a cada uno por turno. La segunda, interactuar. El tercero, dirigirse al Señor juntos.
Entre las dos primeras rondas de compartir, cada uno se pregunta: «¿Qué me ha tocado más?»

Compartir, celebrar, buscar.
Se invita a los participantes a que compartan sus aspiraciones más profundas, así como sus experiencias vitales más significativas.
Como los discípulos de Emaús, experimentan que cuando hablan con sinceridad unos con otros, una persona desconocida participa en la conversación y los lleva de la muerte a la vida.
Celebrando juntos la misericordia
Un punto culminante es la celebración comunitaria de la Misericordia.
Es un momento cuidado. Se recurre a la creatividad de los participantes.
Juntos, buscando lo que estamos llamados a hacer
Una vez reconciliados, el Señor nos llama a colaborar en su misión de paz y reconciliación en el mundo.
Contemplamos a Jesús, manso y humilde de corazón. Nos imbuimos de su forma de ser y hacer. Buscamos juntos lo que Él nos llama. Especificamos cómo responder a su llamada, de manera muy concreta, en la singular situación en la que nos encontramos.

El papel del equipo de animación
El grupo está acompañado por un equipo de 2 facilitadores lo más diverso posible entre ellos. Su papel es discernir en común los movimientos del Espíritu en el grupo. La escucha que se pide a los participantes también se vive entre los animadores. El equipo adapta el viaje según la experiencia del grupo.
Los costos de la animación
A título indicativo, en Europa, la contribución a los costos (de preparación y animación) es de entre 80 y 120 euros por día de animación y por animador. Estas cantidades son, por supuesto, flexibles según los países y grupos. Los grupos participantes también cubren los gastos de viaje y alojamiento de los facilitadores, si los hubiera. Sin embargo, no podemos excluir a ningún grupo por razones financieras. Todo el mundo da lo que puede. Si un grupo tiene los medios para dar más, la donación se entrega a Esdac y permite la facilitación de grupos con menos recursos.
El papel del equipo de animación
El grupo está acompañado por un equipo de 2 facilitadores lo más diverso posible entre ellos. Su papel es discernir en común los movimientos del Espíritu en el grupo. La escucha que se pide a los participantes también se vive entre los animadores. El equipo adapta el viaje según la experiencia del grupo.

Los costos de la animación
A título indicativo, en Europa, la contribución a los costos (de preparación y animación) es de entre 80 y 120 euros por día de animación y por animador. Estas cantidades son, por supuesto, flexibles según los países y grupos. Los grupos participantes también cubren los gastos de viaje y alojamiento de los facilitadores, si los hubiera. Sin embargo, no podemos excluir a ningún grupo por razones financieras. Todo el mundo da lo que puede. Si un grupo tiene los medios para dar más, la donación se entrega a Esdac y permite la facilitación de grupos con menos recursos.